El marketing se encuentra en continua evolución, buscando siempre nuevas herramientas que le permitan alcanzar una serie de objetivos. Es habitual que se apoye en diversas disciplinas, desde el diseño gráfico hasta las neurociencias, al fin y al cabo, un buen marketero debe ser ‘‘multitask’’.
Pero, sobre todo, un buen profesional que se precie debe desarrollar algunas habilidades dentro del campo de la psicología ya que, conocer a las personas, contribuirá a desarrollar una estrategia más efectiva. ¿Cómo puede ayudar la psicología a la publicidad?
En primer lugar, debemos admitir de una vez por todas, que las personas, no somos seres enteramente racionales, sino que, en la mayoría de los casos, nos dejamos llevar por las emociones. Por este motivo, las marcas deben aprender a contar historias que conecten emocionalmente con el consumidor.
Además, sabemos que dar datos objetivos no siempre funciona, ya que preferimos escuchar las opiniones de otras personas. En base a ello, crear un storytelling basado en testimonios de otros consumidores facilitará la creación de un vínculo entre marca y cliente.
Por otro lado, para que tu marca no pase desapercibida ante la mirada del público. Sitúala en todas partes. Si, ‘‘everywhere’’. Al igual que ocurrió con la famosa chaqueta color mostaza de Zara, convierte tu producto en Trendy Topic.
Crea con tu producto el efecto Baader-Meinhof o ilusión de frecuencia, ¿Cómo? Muy sencillo. Define tu target y envía el mensaje a través de los diferentes medios, para que estén donde estén solo vean tu producto, pero recuera, siempre controlando la frecuencia sin avasallar.
De esta forma, conseguirás despertar el interés de tu público, quiénes desearán conocer más acerca del producto convirtiéndolo en un fenómeno viral.