¿Cómo cambiarán las cosas tras la pandemia? Los marketeros quieren saber cómo será el mundo tras esta situación de alarma, pero no existen referencias para buscar ejemplos claros.
En general, los ciudadanos están ahora mismo preocupados por el efecto en la salud y opinan que las consecuencias del covid estarán vigentes entre 2 y 3 meses.
Los consumidores españoles reconocen, además, que el coronavirus ha cambiado ya sus hábitos de consumo. Un 89% asegura que ha echado en falta productos en sus establecimientos habituales y un 38% ha cancelado ya un viaje previsto para los próximos meses.
Los datos del mercado chino, que ha ido por delante en esta situación, permiten visualizar cómo se consumirá tras el paso del virus. Un estudio de Mintel señala que en China se migró de un consumo irracional, llevado por el pánico, a las compras racionales.
Lo que ha subido en ventas son los productos de higiene y bienestar. Las cosas para el hogar son en las que se concentra el consumo, aunque de una manera mucho más pausada y racional.
Aunque la lógica de la situación podría llevar a pensar que post-crisis aumentarían las ventas de comida preparada y latas, lo cierto es que está subiendo el interés de los consumidores, especialmente los jóvenes, por comprar frescos y cocinar. Las oportunidades de negocio están, de hecho, en salsas gourmet, productos frescos y recetas. La gente, dicen desde Mintel, está encontrando ahora «alegría y orgullo» en cocinar desde cero.
Para la televisión, la crisis del coronavirus ha llegado en un momento complicado. La televisión había sido desplazada por un nuevo canal emergente, pero con la pandemia y con la población recluida en sus casas y deseosa de información, la televisión se ha convertido en un refugio para el paso de las horas.
Las audiencias televisivas están registrando máximos históricos. Igual que los medios online, que están recibiendo picos de tráfico, las televisiones están haciendo un servicio público, pero una escasamente monetizable. Los anunciantes están reduciendo campañas, como han ido demostrando diferentes estadísticas.
Y para la televisión el futuro es complejo. Las estimaciones de eMarketer señalan que, a menos que el virus se contenga más rápido de lo que parece, la inversión publicitaria en televisión se verá seriamente afectada.
A ello se suma que la producción de series y películas se ha parado, lo que abre otra línea más de incertidumbre y que podría ser el golpe que empiece a pinchar la ‘peak TV’, la burbuja de contenidos de los últimos años.
La pandemia también tendrá consecuencias en el mercado publicitario. La suspensión de los Juegos Olímpicos ha eliminado uno de los motores de inversión publicitaria del año, clave para las buenas cifras del año, y los medios están ya avisando del desplome en campañas a pesar de los datos optimistas de audiencias.