En un momento en el que la publicidad digital atrae a cada vez más adeptos, la necesidad de encontrar una alternativa a la cookie de terceros para analizar el retorno de la inversión (ROI) se vuelve más crucial. Y aunque todavía no existe un claro ganador en esta carrera, los anunciantes deben tomar un papel proactivo y conocer las opciones que comienzan a presentarse en el mercado.
La decisión de Google de eliminar la cookie de terceros en Chrome a partir de 2022, en consonancia con lo realizado ya por otros navegadores – Firefox, Safari y Microsoft-, hará, según advierten lo expertos, que no sea posible identificar al 95% de los usuarios de internet.
Esto tendrá un gran impacto en los anunciantes. Si no son capaces de poder medir frecuencias de impacto, saber si un usuario ha generado una compra en su web a raíz de un impacto publicitario, poder medir la interacción de un usuario que ha sido impactado por una campaña digital en la web del anunciante, hacer retargeting, etc. no van a poder medir el ROI de su inversión en campañas de marketing digital.
A este respecto, aunque todavía no existe una alternativa estandarizada a la cookie, es importante que los anunciantes conozcan las posibles opciones que comienzan a asomarse en el mercado. Como por ejemplo la tecnología de ‘fingerprinting’, que consiste en asignar un ID a un usuario basándose en una serie de variables asociadas a su dispositivo – como el tamaño de la pantalla, el sistema operativo, el idioma del teclado o la resolución, entre otros.