Repasamos 11 puntos fundamentales para crear una imagen de marca sólida, convincente y con personalidad, tocando puntos clave como el humor, el logotipo, el proceso de naming o la importancia del storytelling.
Oscar Wilde dijo aquello de “sé tu mismo, todos los demás están ya cogidos”. Para que tu imagen de marca sea rompedora, atractiva y uniforme, no pierdas ocasión de exprimir los siguientes consejos.
Exprime el proceso de naming
Elegir el nombre de tu proyecto es esencial y si no, piensa en los nombres con más gancho del mercado, desde Microsoft a Nike, Amazon, Samsung, Windows o Nestle. Cómo apuntes para completar tu proceso de naming, es fundamental que evoque personalidad propia, sea fácil de recordar, pronunciar, deletrear y escribir, que sea registrable y tenga connotaciones que evoquen la esencia del proyecyo. Si es corto e intuitivo, mucho mejor.
Logotipo magnético
Se trata de uno de los elementos fundamentales de tu identidad corporativa y una oportunidad de deslumbrar y cautivar a tus seguidores. Es fundamental que el logotipo sea simple y que no tenga más de dos o tres colores.Incluir algo llamativo es la clave del triunfo, ¿o recordarías la manzana de Apple si no tuviese el mordisco?
Explora las tipografías, estudia las fuentes, su tamaño y su adaptación al medio digital o a los dispositivos móviles, cuenta una buena historia y refleja tu filosofía de marca en la simbología de tu logotipo.
Utiliza la psicología del color
Los colores corporativos transmiten sensaciones a los consumidores que varían según su entorno sociocultural, sus gustos individuales e incluso de los efectos físicos que producen. Por ejemplo, el azul suprime el apetito, el amarillo causa más fatiga visual y el rojo aumenta la presión sanguínea.
Si hablamos de cómo se suelen emplear los colores cómo códigos en el marco publicitario, blanco es sobrio y luminoso y suele transmitir seriedad y profesionalidad, por lo que es usado por muchas marcas tech y de salud. El rojo es emocionalmente intenso y simboliza puntos muy distintos como la prohibición, el amor, la pasión o la violencia. Suele utilizarse para deportes, juegos y vehículos, transmitiendo mucha energía.
El verde se asocia a la seguridad, el poder de curación y el equilibrio espiritual, representando crecimiento, fertilidad y frescura. Suele hallarse en productos médicos, iniciativas medioambientales, marcas asociadas al aire libre y también productos financieros y de banca. Por su parte, el azul relaja y tranquiliza, está más ligado a la inteligencia y a la consciencia, usándose para productos de limpieza, de alta precisión y tecnológicos.
Redacta tu manifiesto interno
Tomando la voluntad de numerosas vanguardias artísticas, crear un manifiesto de marca puede ayudarte a proclamar las intenciones de tu proyecto. Sintetizando en puntos concisos y energéticos tus propósitos, los valores que inspiran la iniciativa, tus firmes convicciones y los mantras y lemas a seguir podrás visualizar de forma clara tu cometido y transmitirlo de forma potente. Los estudios californianos de la compañía IDEO, empresa de desarrollo de productos animaban así al personal: “fomenta ideas salvajes” y “aprovecha las ideas de los demás”. Puedes inspirarte leyendo los manifiestos de surrealistas, dadaístas, De Stijl y de los situacionistas.
Haz tu propio storyboard
El simple hecho de dibujar una idea ayuda a desarrollarla y permite complejizar los planteamientos iniciales de todo proceso creativo, incluyendo la imagen de marca. Igual que en cine o en el terreno del cómic se realizan storyboards, tú también puedes hacer el tuyo.
Si se te ocurre algo, garabatéalo en una servilleta, establece conexiones y aprovecha la claridad para cristalizar tus ideas. La visualización y los bocetos permiten compartir los primeros pasos de cualquier proyecto con colaboradores y clientes. Puedes emplear también herramientas onlinecomo Pixton o Canva.
Saca las ideas de tu vida personal
Tal y como afirma Al Jean, uno de los guionistas de Los Simpson es clave “sacar ideas de la vida real”. Tu pasado, tu familia, tus problemas, tus conflictos internos, tu educación o las noticias que lees en el periódico pueden constituir una fuente de inspiración.
Cruza las fronteras de diferentes disciplinas
Al igual que las colecciones de las grandes firmas de moda plasman en las pasarelas inspiraciones en culturas diversas, gastronomía, diseño o religión, traspasar fronteras y poner el punto de mira en otras disciplinas puede ayudarte a rascar y encontrar la deseada originalidad.
Mezcla formatos
Aplicar un formato existente de un campo a otro puede propiciar grandes innovaciones. Por ejemplo, Owen Maclaren creó el primer cochecito de bebé usando el sistema para los trenes de aterrizaje de los aviones de combate Splitfire de la Segunda Guerra Mundial. Intenta aplicar conceptos del teatro al diseño, inspirarte en el diseños funcionales de objetos cotidianos, beber de poesía o estribillos musicales para tus eslóganes y un largo etcétera.
Utiliza las acrobacias cerebrales del humor
Escribir y contar chistes puede ser un atajo para pensar de forma creativa y potenciar la agilidad mental necesaria que cualquier imagen de marca necesita. Escucha monólogos, aplica el sentido del humor a tus campañas, recurre a la parodia, estudia la ironía y analiza el mecanismo de la risa y su impacto en los consumidores.
Simplifica para acertar
Simplificar es la llave de los grandes inventos de la historia, desde la rueda a la escoba, pasando por la bombilla. Intenta buscar el máximo significado con los mínimos medios para aclarar y enfrentarte al desafío que comporta tu marca. Como dijo el músico de jazz Charles Mingus “la creatividad consiste en hacer lo complicado simple”. Puedes experimentar escribiendo titulares de periódicos, microrrelatos en forma de tuits o inspirándote en ejemplos como el Crystal Palace o las casas de Thomas Edison, creadas con un único tipo de hormigón.
Confía en tu intuición
Tu intuición es un regalo y una poderosa herramienta que debes desarrollar, pulir y dar uso. Si al resolver los desafíos de tu imagen de marca percibes ese tipo de convicción espontánea que procede de tu interior, obedece el pálpito y no ignores esta clase de premoniciones. Si tus entrañas te dicen que estás tomando la dirección correcta, ¿para qué negárselo? No en vano contamos con 100 millones de neuronas en las paredes del estómago y los intestinos.